PAH Mollet: “Se ha normalizado una forma de realojo que no es normal, ni humana, ni digna”
- elinquilinodiario
- 8 may 2020
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Actualizado: 1 jun 2020
Por Marc Margarit y Aitor Baños

Miembros de la PAH Mollet junto a otras PAHs de la província en una convocatoria en Barcelona (PAH Mollet)
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) es una asociación asamblearia que defiende el derecho a la vivienda conformada por activistas y personas en situación de riesgo de exclusión residencial. Conocidos por las camisetas verdes y por sus ocupaciones de ayuntamientos y sucursales bancarias, aparecieron en 2009 en Barcelona, poco después de que estallara la burbuja inmobiliaria e hipotecaria. 11 años después, ya hay más de 200 nodos en toda España.
Ana Mejías y Juanjo Ramón son dos “compahs” (como denominan las PAHs a sus miembros) de uno de ellos, la PAH Mollet del Vallés. Desde una videollamada lejos de las puertas de los bancos nos explican las complejidades de su labor social en estos tiempos y cómo ha afectado el COVID-19 a las personas más vulnerables de Mollet.
¿Cómo garantizáis que quién acude a vosotros y a quién ayudáis realmente está en una posición de riesgo?
AM: Nosotros siempre empezamos escuchando a la gente. A partir de ahí es el afectado el que empieza a dar los pasos para poder arreglar su situación. Si tú no tienes una verdadera vulnerabilidad, te vas a topar siempre con la administración, así que al final sería un autoengaño.
JR: Básicamente una de las cosas que hacemos en las asambleas es dar las herramientas y pautas a los afectados para solucionar su situación, pero son ellos los que toman los pasos por su cuenta. Ahora bien, si se estancan en las negociaciones y no se llega a ningún lado saltamos a la acción. Y ahí sí que pedimos documentación para asegurarnos que los casos cumplen los requisitos.
¿Y qué es la “acción” para la PAH?
JR: Cuando una negociación con un banco o un propietario se estanca, llevamos a cabo acciones pacíficas para ejercer presión. La acción es un concepto con varios niveles para nosotros. Pueden ser mediáticas, por redes, físicas, etc. Sí por ejemplo hay un silencio por parte del banco organizamos una ocupación de la oficina, convocamos a los medios y vamos a forzar la negociación con el director allí mismo. La presión mediática que generamos es lo que más les molesta, les manchamos la imagen.
¿Cómo os habéis adaptado al confinamiento?
JR: Estamos buscando nuevas formas de organizarnos. Hay muchas reuniones con el resto de PAHs tanto a nivel autonómico como estatal para ver cómo nos situamos en este nuevo panorama, porque ahora hay un perfil completamente nuevo de afectado en materia de vivienda. Quien ya lo estaba lo sigue estando, pero hay muchísima gente nueva: autónomos, pymes, personas que han sufrido un ERTE. Gente que de un día para otro se ha encontrado que no puede pagar la vivienda. Es un marco totalmente nuevo que, por suerte, nos pilla con 11 años de experiencia.
AM: Estamos improvisando muchísimo, las cosas como son. Lo primero que indicamos
es que entren en la página web y descarguen los documentos indicados. Si tienen cualquier problema a nivel informático o a nivel de capacidades, nos pueden preguntar y les ayudamos a través de llamadas telefónicas si realmente las vías digitales resultan difíciles a algunos afectados, pero por suerte la gente está más formada y más informada cada día. La mayoría de afectados son bastante autónomos.
Según la ley sobre la moratoria de hipotecas, se pide o se especifica una serie de requisitos de vulnerabilidad. El País publicó que solo 1 de cada 10 solicitantes podría satisfacer todos los criterios y cumplir los requisitos. ¿Cuántas personas en Mollet han solicitado dicha ayuda y cuántos cumplían con los requisitos?
JR: En Mollet no nos han llegado casos de hipoteca, solo de alquiler, pero, aun así, desde el momento en que salió el decreto ya lo valoramos como una falsa moratoria. Lo consideramos un favor a la banca porque deja a mucha gente fuera y va de la mano del decreto de los microcréditos con el que endeudar a las familias. Esa no es la solución. Nuestra propuesta es exonerar los pagos hasta que se retome la normalidad, para no endeudar a la población. Ya les pagamos 65.000 millones de euros en el 2012 que aún no han devuelto, ahora es el momento de que los bancos se responsabilicen un poco y dejen de ganar una temporada.
Juanjo Ramón hablando sobre la moratoria de las hipotecas durante la entrevista
“Si el propietario necesita el dinero para vivir, es tan afectado el que cobra como el que no puede pagar”
¿Qué diferencia hay entre solicitar la moratoria de alquiler a grandes tenedores y solicitarla a pequeños tenedores que ustedes diferencian en su web?
JR: El propietario grande ya sea un banco, un fondo buitre o un individuo con más de 10 viviendas, tiene la obligación de conceder la moratoria, pero el pequeño propietario es en función de su situación. Lo elemental es un buen diálogo entre pequeño tenedor e inquilino, donde cada uno pueda aclarar su situación en este nuevo contexto.
Si el propietario necesita el dinero para vivir, es tan afectado el que cobra como
el que no puede pagar. Cuando se llega a un acuerdo, se emite un documento en el que el pequeño propietario demuestra que necesita ese dinero y el inquilino puede pedir el microcrédito al banco. Si el pequeño propietario no necesita el dinero ya ha habido casos en que el tenedor le concede una moratoria o una exoneración de pagos al inquilino. Está teniendo mucho peso la actitud de las personas: habrá quién lo entenderá, quién se solidarizará, quién no... Ahí es cuando se ve si realmente existe la cadena solidaria a la que llamaba Pedro Sánchez.
En un contexto de normalidad, ¿de qué forma cambia vuestro modo de actuar si el propietario es Blackstone o una familia que vive de esa renta?
JR: Actuamos con mucho cuidado para no perjudicar a los pequeños tenedores. Por ejemplo, en un caso de desahucio, si es Blackstone, vamos a estar parando el desahucio las veces que haga falta, y aquí en Cataluña tenemos la suerte de disponer de una ley que impide la ejecución de los desahucios, hasta que Blackstone ceda. Eso con un particular no lo vamos a hacer, ahí nos toca hablar con la afectada, buscar negociar todo lo posible y como mucho parar el desahucio la primera vez y buscar el compromiso del Ayuntamiento, pero la presión no es la misma, nunca vamos a estar parando un desahucio tras otro perjudicando a una familia que depende de ingresar ese alquiler y lo está pasando mal. Un particular sufre cuando deja de cobrar un alquiler y eso lo tenemos en cuenta.
Volviendo a Mollet, a principios del confinamiento denunciásteis el caso de una madre y su hija de 4 años que habían sido expulsadas de su casa por impago del alquiler y que dependían del ayuntamiento para ser realojadas. Nos referimos al caso MJ o “Solución para MJ”. Después iniciasteis la campaña “¿En qué casa me quedo?”, visibilizando la situación de aquellas familias que antes del estado de alarma no tenían garantizada una vivienda ¿Cómo acabó el caso de MJ?
JR: Eso acabó que al final les cambiaron del hotel donde estaban y ahora están en otro. Ahora están en una habitación de 4 m2 en la que tienen que saltar las camas para entrar. Tienen una cocina comunitaria y una nevera casi de camping gas que vale de mesa y de nevera para enfriar agua.
AM: El problema es que se ha normalizado una forma de realojo que no es normal, ni humana, ni digna. Se ha normalizado el meter a gente en hoteles hasta que aparezcan viviendas sociales, porque como de momento no hay…Pero estos pisos no van a aparecer por arte de magia. Hay que trabajar para crear un parque de vivienda pública que sea suficiente como para que estas familias no tengan que volver a alojarse en una pensión o un hotel.
No se está haciendo nada desde la administración para crear este parque. Hay herramientas para llevarlo a cabo, pero no quieren utilizarlas. Se han anunciado que se iban a reformar 15 o 16 pisos en Mollet para familias vulnerables, mentira. Aún no están. No van a ser de alquiler social sino de alquiler asequible, segunda mentira. Y así vamos sumando. Tenemos bloques con pisos de vivienda social de la Generalitat vacíos mientras echan a familias a la calle sin realojarlas como deberían. La ineficacia de la administración hace que la gente se tenga que realojar en hoteles, y la excusa es que no hay pisos de vivienda social.
Ana Mejías hablando sobre el realojo de las familias desahuciadas durante la entrevista
Ustedes se sumaron a la iniciativa Plan de choque Social junto con muchos otros colectivos que consideraban que las medidas del gobierno están siendo insuficientes. Una de las medidas es construir el parque público de vivienda. Pero ¿creen que estas medidas de gran inversión en vivienda pública son posibles ante una previsión de crisis económica a la vuelta de la esquina?
JR: La verdad es que la inversión en viviendas roza lo ridículo desde hace años. Ahora va a ser difícil que se amplíe. Desde la experiencia de la PAH nos queda clara una cosa: la administración no tiene pisos ni tiene dinero para ello, pero los bancos tienen 3,5 millones de pisos vacíos, la mayoría sacados de familias desahuciadas. O están vacíos o los están vendiendo los fondos buitre. Por lo tanto, la manera más rápida para que la administración pudiese tener ese parque público sería obligando a los bancos a que cedieran esas viviendas. Hay medidas para hacerlo, lo que pasa es que ahí entramos ya en intereses políticos.
Los últimos datos del Ministerio de Fomento demuestran la disminución en la inversión en viviendas de protección oficial. En 2012 hubo alrededor de 53.300 frente a las escasas 5.200 en 2018. ¿Qué expectativas tienen con el nuevo ejecutivo progresista?
(Ambos se ríen)
JR: Expectativas pocas. Las mismas que si no fuese un gobierno progresista. Ellos han prometido la construcción de 20.000 viviendas. Aunque esta cifra pueda parecer mucho, a nosotros nos suena a miseria. Hay que diferenciar lo que ellos entienden por vivienda pública y lo que nosotros entendemos por vivienda de emergencia. Las VPO (Vivienda de Protección Oficial) son viviendas con un precio por debajo del precio de mercado, pero a las que las familias más vulnerables jamás van a poder acceder.
AM: Por ejemplo, aquí en Mollet se están construyendo 80 VPO, pero para entrar a vivir necesitas 60.000€
JR: En el caso del alquiler, si el precio medio de mercado son unos 800€ y los VPO los ponen a 500€, familias con ingresos que ronden los 800€ tampoco van a poder pagar ese precio. Por lo tanto, los VPO ayudan a que más gente pueda acceder a la vivienda, pero tampoco cubre al sector más vulnerable. Por eso la ley 24/2015 catalana marca que el alquiler social tendría que ser en base a los ingresos de la unidad familiar. Hemos llegado a conseguir alquileres de 5 y 10€ gracias a esta ley, pero son muy muy pocos. Tampoco esperamos que todo el mundo pueda alquilar a ese precio, pero para ello hay que diferenciar emergencia habitacional y vivienda pública tal y como lo entiende el gobierno. Por esa razón, el plan de las 20.000 viviendas seguirá dejando a familias en la calle.
¿La PAH hace política?
AM: Nosotros siempre decimos que somos apartidistas, pero hacemos política social. Por ello, nos movilizamos en campañas como “Stop Desahucios” o la “Ley vivienda PAH”. La Ley 24/2015 es un claro ejemplo de que incidimos en la política, sin la PAH esa ley nunca hubiera existido ni se hubiera aprobado en el Parlament de Cataluña. Conseguimos que se aprobase, la tumbaron y la volvimos a recuperar gracias a la presión que ejercimos mediante a acciones, campaña de redes sociales y activismo político en definitiva, pero nunca desde ningún partido.
"Los desahucios se han parado porque la actividad judicial está parada y no se pueden ejecutar, no por otra cosa"
¿Cómo valoráis que haya tenido que llegar una pandemia mundial para que se suspendan, aunque temporalmente, los desahucios?
JR: Los desahucios se han parado porque la actividad judicial está parada y no se pueden ejecutar, no por otra cosa. Además, solo se han parado para evitar que nadie sea desahuciado por culpa del Coronavirus. Pero claro, ¿qué pasará en septiembre? Se nos juntarán todos aquellos que se han pospuesto. Por lo tanto, se van a sumar los que ya teníamos antes a los provocados por la crisis que se augura. De cara a la galería, la medida está muy bien. Gracias por darnos los seis meses de respiro, sí. Pero la solución no es esa. Hay que pararlos indefinidamente hasta que la administración sea capaz de garantizar un realojo digno a las familias desahuciadas en pisos, no en hoteles, pensiones o albergues.
“La situación va a ser difícil porque no hemos salido de una crisis y nos hemos metido en otra”
¿Cómo creéis que afectará en un futuro la crisis del Coronavirus a la situación de la vivienda?
Juanjo Ramón hablando durante la entrevista sobre cómo cree que afectará la crisis de la covid-19 en la vivienda
JR: De aquí a seis meses vamos a tener una situación peor a la de 2008. Desde esa época hasta ahora hemos avanzado muy poco y aún hay muchos afectados por ella. A todo esto, hay que sumarle una nueva oleada de casos. La situación va a ser difícil porque no hemos salido de una crisis y nos hemos metido en otra, y ahora se juntarán las dos. Además, todas las medidas que está sacando el gobierno están enfocadas exclusivamente a toda la gente que demuestre que se ha visto afectada por la crisis del Covid-19. Por lo tanto, se está excluyendo a toda la gente que ya no podía pagar la vivienda antes y la que no va a poder pagarla después. No veo que se vaya a solucionar ni a corto ni a medio plazo.
AM: El problema no es el Coronavirus, sino el sistema habitacional ineficiente que tenemos en este país. Porque si el derecho a la vivienda hubiera estado garantizado, la pandemia no hubiera afectado a la vivienda.
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